Análisis. Luces y sombras de la evolución de la accidentalidad en España (2000-2010)

El análisis de diez años del programa EuroRAP en España recoge que el  riesgo de sufrir un accidente mortal o grave en la red de carreteras del Estado (RCE) ha disminuido un 67% en este periodo.

27/09/2012


Objetivos

EuroRAP es un consorcio europeo independiente que analiza el índice de riesgo de la red vial, relacionando la accidentalidad grave y mortal de un tramo de vía con su intensidad media diaria de tráfico (IMD). De esta forma se calcula el riesgo de accidente en un tramo en función de la cantidad de vehículos que circulan por el mismo.

El objetivo final del estudio, en definitiva, es que el usuario disponga de una guía del riesgo de la carretera por la que circula, para que pueda adaptar su conducción a las condiciones de la vía. También proporciona a las administraciones la información necesaria para determinar las prioridades de actuación en la red vial.

 

Conclusiones

El análisis de los resultados de estos diez años de EuroRAP en España concluye:

  • En el periodo 2000-2010, el riesgo de sufrir un accidente mortal o grave en la RCE ha disminuido alrededor de un 67%. Ello supone que, de forma agregada, la RCE ha pasado de tener un nivel de riesgo moderado a un nivel bajo.
  • Esta reducción del nivel de riesgo se ha debido, en parte, a una mejora de las infraestructuras viales. Entre otras cuestiones, por una mayor calidad de la infraestructura (diseño, mantenimiento, etc.) y el trasvase de tráfico desde vías convencionales a vías de alta capacidad.
  • La mejora general del nivel de riesgo de la RCE ha convivido con diferenciales muy importantes del nivel de riesgo según el tipo de vía. En 2010, aunque el nivel de riesgo medio de las vías convencionales era bajo, se situaba casi tres veces por encima del nivel de riesgo de las vías de alta capacidad (que era muy bajo).
  • La evolución del riesgo en la RCE por CCAA ha sido dispar en los últimos años. Por ejemplo, la probabilidad de morir en accidente de tráfico en Castilla-León es 2,5 veces más alta que en Madrid.