Informe. Impacto en la movilidad del proyecto de Superilla Barcelona en el Eixample

El RACC ha analizado los efectos que tendrá la implementación del proyecto de Superilla Barcelona en el Eixample sobre el tráfico y la congestión. El estudio alerta del incremento de la congestión que puede provocar este proyecto.

02/12/2021

Objetivos

El proyecto Superilla Barcelona es uno de los ejes del nuevo modelo de ciudad que impulsa el Ayuntamiento de Barcelona, incluido en el actual Plan de Movilidad (PMU). Su objetivo es llevar a cabo una profunda transformación en las calles de la trama Cerdà para reducir el espacio que ocupan los vehículos privados y sumar más áreas verdes.

Con este estudio, el RACC busca evaluar los efectos de este proyecto para la movilidad urbana y metropolitana en su conjunto, así como aportar información y evidencia con criterios técnicos claros para generar un debate abierto al respecto. Para ello, se han realizado más de 46.500 observaciones de vehículos y se ha encuestado a 800 conductores de turismos que tenían el Eixample como destino.

Conclusiones

Las principales conclusiones del estudio son:

  • El 80% de los vehículos que llegan al Eixample proceden de fuera de Barcelona.
  • Durante la mañana, el 83% de los conductores de vehículos privados dicen que se dirigen al Eixample por motivos de trabajo o estudios; mientras que por la tarde el 71% lo hace por ocio, compras u otras gestiones personales.
  • Más del 60% de los usuarios encuestados aseguran que llegan al Eixample en vehículo privado habitualmente.
  • 7 de cada 10 usuarios encuestados admiten que estarían dispuestos a dejar el coche en casa si el transporte público mejorase el servicio, si aumentase la congestión o si la red ciclista fuese más segura. De entre ellos, un 43% afirma que se decantarían por el transporte público si hubiese más frecuencia, mayor cobertura o las tarifas fuesen más bajas.
  • Solo la mitad de los vehículos que circulan por el Eixample son coches privados; el resto son motos y vehículos de uso comercial.

En el marco del estudio, se ha calculado que cuando se despliegue la primera fase de los ejes verdes en 2023, las colas de vehículos en el distrito llegarán casi a los 20 km de longitud (un 26% más que actualmente). Cuando se acabe de implementar el proyecto en el Eixample en 2030, las colas de vehículos en el distrito empeorarán un 55%.

Recomendaciones

A partir de las conclusiones del estudio, el RACC señala que «Barcelona es un polo de atracción y de generación económica de primera magnitud más allá de sus límites municipales y, como tal, no puede considerarse únicamente un espacio urbano para residentes». Sin embargo, considera que las actuaciones del programa Superilla Barcelona se orientan exclusivamente a la mejora de la calidad de vida y del espacio urbano de una parte de sus residentes y «no se han establecido ni evaluado sus efectos desde el punto de vista de la movilidad urbana y metropolitana en su conjunto».Por ello, el Club propone una serie de medidas que se resumen en los siguientes puntos (más información en la documentación adjunta):

  • Alternativas para la movilidad personal: desarrollar y ejecutar un plan de mejora de la accesibilidad y capacidad del transporte público para los desplazamientos al Eixample, con un enfoque especial en los de fuera de los límites municipales.
  • Alternativas para el comercio: incorporar un nuevo sistema de distribución de mercancías que ofrezca alternativas a la pérdida de la funcionalidad de los chaflanes. Por ejemplo, a través de la creación de microplataformas para agilizar las operaciones de carga y descarga y evitar que estos vehículos ocupen los ejes verdes y las plazas.
  • Funcionalidad y seguridad viaria: establecer un sistema de gestión de accesos a los ejes verdes y plazas, que permita garantizar la movilidad y la de la red viaria que los cruza; señalizar correctamente los viales y plazas de la Superilla para todos los usuarios (peatones y bicis, VMPs y otros vehículos); y aplicar buenas prácticas en el diseño de las intersecciones entre los ejes verdes y la red básica de vías.
  • Participación pública: informar a los vecinos/as, grupos de comerciantes y otras asociaciones sobre la toma de decisiones en el marco del proyecto y hacerlos partícipes, sobre todo antes de la implementación completa de la primera fase. Al mismo tiempo, introducir un debate amplio que permita impulsar un proyecto donde se combine un nuevo modelo de movilidad con el progreso económico para el conjunto de la ciudad.

En el bloque de recomendaciones, el RACC indica también que «la transformación prevista no puede desestabilizar el funcionamiento actual de la ciudad. Es necesario dejar los tiempos necesarios para generar alternativas y evitar colapsar ningún sistema funcional o económico existente, como el acceso a la ciudad o al trabajo».