• Continuidad (40% de la valoración final): que cualquier persona pueda llegar a su destino siguiendo las indicaciones sin perderse por el camino.
• Comprensión (30%): que el usuario entienda el mensaje que está señalizado.
• Visibilidad (25%): que las señales y su contenido sea perfectamente visible.
• Mantenimiento (5%): que la señalización esté en buen estado de conservación.

Conclusiones

La visibilidad, la comprensión y el mantenimiento son los factores mejor valorados mientras la continuidad de los itinerarios es el principal aspecto a mejorar:

• La continuidad se ve penalizada por la falta de señales en lugares estratégicos y por una tendencia a empezar a señalizar demasiado cerca del destino final.
• Los aparcamientos cercanos a los destinos más importantes a menudo no están señalizados y tampoco se aprovecha la información dinámica para indicar su estado de ocupación.
• La implementación de un gran número de destinos en algunas señales provoca un problema de comprensión y la superación de límite de líneas de información provoca confusión, especialmente en las rotondas importantes.
• La distancia entre señales de orientación es correcta excepto en lugares puntuales, logrando la máxima puntuación de esta auditoria.
•  La disponibilidad del pictograma no se utiliza habitualmente y la falta de uniformidad se hace evidente con señales antiguas, no homologadas y de negocios privados.
•  La vegetación provoca falta de visibilidad: obstaculiza las señales y dificulta la identificación y comprensión de las mismas.
• El estado de conservación y mantenimiento global de la señalización no es óptimo ya que se detectan diversas disfunciones como señales antiguas, torcidas y pintadas.

La auditoría otorga un resultado final de 3 estrellas RACC de un total de 5 (56 puntos sobre 100).