En Catalunya, el estudio iRAP es una iniciativa del Servei Català de Trànsit y cuenta con la colaboración del Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat de Catalunya i de la Diputació de Barcelona. Su metodología compara el número de accidentes graves y mortales ocurridos en los últimos tres años (2022 a 2024) en un tramo de carretera con el volumen de vehículos que circulan (en términos de intensidad media diaria de tráfico, IMD).

También permite identificar la concentración de accidentes de moto y ciclomotor por kilómetro, así como de vehículos pesados y bicicletas. El objetivo final es que el usuario disponga de una guía de riesgo de la carretera por la que circula y así pueda adaptar su conducción a las condiciones de la vía.

Entre las conclusiones del estudio destacan las siguientes:

• En la red analizada con la metodología del mapa de riesgo de iRAP (que representa el 53% del total de la red y el 93% de la movilidad por carretera de Catalunya), tiene lugar el 79% de los accidentes con muertes y heridos graves en carretera.
• En el trienio 2022-2024, los accidentes graves y mortales han aumentado un 4,97%. La movilidad global en carretera aumentó un 4,50%. El índice de riesgo ha aumentado un 0,44% en el global de la red analizada por iRAP.
• Los kilómetros de riesgo “alto” y “muy alto” representan el 26% de la red, 2 puntos más que en el trienio anterior. Lleida y Tarragona aumentan sus km con riesgo “alto” y “muy alto”, de 27% a 34% y de 11% a 21%, respectivamente. En cambio, Barcelona y Girona los disminuyen, del 27% al 25% y del 27% al 23%, respectivamente.
• Las carreteras convencionales (con un solo carril por sentido) acumulan la totalidad de los tramos con riesgo “muy alto”, “alto” y “medio”. En cambio, en las carreteras desdobladas (autovías y autopistas) todos los tramos son de riesgo “bajo” o “muy bajo”.
• En el trienio 2022-2024, el riesgo de sufrir un accidente grave o mortal en una carretera convencional ha sido 3,4 veces mayor que en una carretera desdoblada.
• La carretera T-314 (entre Cambrils y Reus) se ha situado como el tramo con un mayor índice de peligrosidad de Cataluña en el trienio 2022-2024.
• En ese informe, 587 km tienen un riesgo igual a cero. Por tanto, en el 9,2% de la red analizada por iRAP no ha habido ningún accidente mortal o grave en el último trienio.
• El tramo que acumula mayor accidentalidad grave por km (sin tener en cuenta el tráfico que pasa) se encuentra en la A-2 entre el enlace con la AP-2 y el enlace con la B-20, B-10 y C-32, al igual que en las dos últimas ediciones de este informe. En los 10 tramos con más accidentes se observa una elevadísima presencia de siniestros de motocicletas y ciclomotores (80%).
• El tramo con mayor concentración de accidentes de vehículos pesados se encuentra en la N-340, en la variante de Torredembarra. El 50% de los accidentes graves de vehículos pesados se concentran en tan sólo el 11,2% de la red (713 km).
• Durante el trienio que analiza este estudio, en el 47% de todos los accidentes de tráfico con muertos y heridos graves ha estado involucrada al menos una moto o un ciclomotor. Este porcentaje es el 36% en el caso de accidentes mortales. Debe tenerse en cuenta que esta tipología de vehículos representaría un 3,2% de la movilidad global en carretera.
• En la red iRAP, el 50 por ciento de los accidentes graves y mortales de moto se concentran en el 12,9 por ciento de longitud de la red (826 km).
• El tramo con mayor concentración de accidentes de bicicletas se encuentra por segundo año consecutivo en la BV-5001, entre Martorelles y Vilanova del Vallès, un tramo que también aparece en el top 10 de tramos más peligrosos con un índice de riesgo “alto”.

Nota de prensa. Las motos están implicadas en casi la mitad de los accidentes mortales y graves de Catalunya