Estudio. Práctica deportiva y calidad del aire en ámbitos urbanos

El RACC y Zurich Seguros han analizado la calidad del aire de las zonas urbanas más utilizadas por los ciudadanos para hacer deporte en Barcelona, Madrid, Sevilla, Málaga y Donostia.

28/03/2019


Objetivos

El running se ha convertido en el tercer deporte más practicado por las mujeres españolas y el cuarto por los hombres y hay que tener en cuenta que, durante un entrenamiento, la inhalación de aire se puede multiplicar por 40. Asimismo, en los últimos años ha crecido la preocupación por la contaminación atmosférica y su afectación en la salud de las personas. A pesar de ello, el ciudadano todavía no dispone de información sobre la calidad del aire en tiempo real y con precisión calle a calle.

Por este motivo, el RACC y la compañía aseguradora Zurich han elaborado este estudio que analiza el impacto de la contaminación en las personas que practican deporte al aire libre, especialmente running, y que mide las diferencias de concentración de contaminantes en función del día, hora y lugar, con el objetivo de aportar información útil al corredor para planificar sus entrenamientos.

Para evaluar la calidad del aire, el estudio ha medido la presencia de los elementos contaminantes más frecuentes en las ciudades y que más afectan a la salud de las personas: el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (PM2,5 y PM10).

Conclusiones

Las conclusiones generales del estudio se dividen en tres ámbitos de análisis:

Resultados de la calidad del aire:

  • No se han detectado concentraciones de contaminantes que generen alarma en ninguna de las ciudades o que desaconsejen la práctica de deporte al aire libre.
  • Aun así, las horas más adecuadas para practicar running son las del mediodía (12h-14h) en las zonas con tráfico, y generalmente por la tarde/noche en las zonas sin tráfico (17h-20h).

Efectos de la contaminación en la salud:

  • Una calidad del aire deficiente tiene consecuencias negativas en la salud y en la calidad de vida de las personas. Sin embargo, los estudios científicos indican que la salud no empeora por el hecho de practicar deporte en lugares con una mala calidad del aire.
  • Al contrario, la actividad física en entornos abiertos se considera muy positiva, ya que una vida sedentaria es mucho más perjudicial que la exposición a elementos contaminantes.

Información sobre la calidad del aire:

  • Los ciudadanos no disponen de una red de medición que facilite información a pequeña escala, calle por calle, aunque en una misma ciudad puede haber patrones distintos de contaminación en función de la hora del día y de la ubicación.
  • Tampoco existen plataformas o APPs de running que ofrezcan información detallada de la calidad del aire y que recomienden, en tiempo real, las calles más adecuadas para hacer deporte.

Recomendaciones

El estudio incluye, además, una serie de recomendaciones para administraciones públicas y runners.

Administraciones públicas 

  • Ofrecer más y mejor información sobre la calidad del aire.

    • Crear una red más extensa de puntos de medición en todas las ciudades, hacer más difusión de información sobre la calidad del aire en tiempo real, para que los ciudadanos puedan utilizarla como herramienta de toma de decisiones vía APPs móviles.
    • Unificar los criterios actuales de las diferentes administraciones a la hora de evaluar la calidad del aire -calificándola de buena, moderada o mala-, lo que evitaría confusiones en los ciudadanos. Asimismo, es conveniente añadir las PM2,5 a los índices de evaluación.
  • Mitigar los efectos de la pobre calidad del aire:

    • Habilitar itinerarios protegidos con barreras vegetales o alejados del tráfico para peatones, ciclistas o runners en los centros urbanos donde hay una elevada circulación de vehículos a motor.
    • Aplicar medidas para evitar que se alcancen elevadas concentraciones de contaminantes, con el fin de cumplir la normativa actual de la UE de protección del ambiente atmosférico.

Runners

  • Planificar los entrenamientos:

    • En la medida que sea posible, programar los entrenamientos priorizando: primero, los lugares de la ciudad con menos afluencia de tráfico; segundo, los días festivos; tercero, los días laborables al mediodía o por la tarde/noche, en función de la presencia de tráfico.
    • Alejarse de la calzada o de las fuentes emisoras de contaminantes (vehículos motorizados, polvo, maquinaria de calefacción y de generación de electricidad, actividades metalúrgicas y térmicas…).
  • Mantener la práctica deportiva

    • Continuar con los hábitos de entrenamiento que exige la práctica del deporte, ya que los beneficios de correr son superiores al impacto negativo de respirar aire contaminado. Una vida sedentaria sí que tiene un impacto muy negativo para la salud a largo plazo.