Informe: ¿Facilita la crisis un modelo de movilidad más sostenible?
El contexto de crisis económica contribuye a variar el marco general de la movilidad en los países desarrollados.
24/04/2012
Objetivos
Este artículo apunta los diversos factores que pueden incidir en el balance social del uso del automóvil dentro de un contexto general de menor actividad en el sector del transporte de mercancías y personas.
Se intenta establecer una relación entre los efectos de la crisis en el ámbito de la movilidad para entender como estos cambios pueden modificar el modelo y hacerlo más sostenible. Para ello se analizan los siguientes datos:
- El consumo de combustibles de automoción como indicador del menor uso del vehículo privado.
- El uso del transporte colectivo urbano que sugiere un cierto desplazamiento de demanda desde el transporte individual en vehículo privado.
- La reducción de las emisiones de contaminantes del sistema de transporte.
- El acusado descenso de las matriculaciones de nuevos vehículos.
- El descenso del número de accidentes de tráfico y la siniestralidad.
Conclusiones
Las principales conclusiones de este artículo son las siguientes:
- El descenso global de la movilidad aparece como factor positivo desde la perspectiva de minimización del impacto social y medioambiental del uso del automóvil: un menor nivel de tráfico reduce la siniestralidad y las emisiones por carburantes.
- La caída de la demanda de automóviles tiene consecuencias para la actividad económica del sector y una incidencia importante en el envejecimiento del parque automovilístico. Deberían aplicarse políticas estructurales que reforzasen su renovación en un contexto de mayor racionalidad del uso del automóvil.
- La coyuntura actual de crisis económica está provocando un desplazamiento modal hacia el transporte colectivo en detrimento del individual, impulsando una racionalización de la movilidad y un cambio de cultura de uso del sistema de transporte con efectos positivos sobre su sostenibilidad.
El descenso de la movilidad aparece como un factor positivo en la minimización del impacto social (seguridad vial) y medioambiental del uso del automóvil.