En el análisis de esta evolución de la accidentalidad, el artículo señala que la mejora experimentada durante 2019 puede atribuirse en buena parte a la reducción del límite de velocidad de 100 a 90 km/h en 10.000 km de la red de vías secundarias y a los mensajes sobre el control y la sanción de las distracciones al volante.

Pese a todo, probablemente no se alcanzará el objetivo de reducción del 50% de víctimas mortales en 2020 respecto de 2010 en España y Cataluña. Por ello, reclama un relanzamiento de las políticas de seguridad vial, que incluya los siguientes elementos de acción:

• Plan específico de seguridad motociclista.
• Acceso gradual al permiso de conducir.
• Revisión a fondo del proceso formativo de obtención del permiso, acompañada de medidas para el resto de la vida.
• Introducción urgente en los vehículos en circulación de tecnologías que salvan vidas.
• Recuperación de los niveles de gasto en mantenimiento de las carreteras.

El RACC considera plenamente vigentes las medidas propuestas en el informe 20 medidas para 2020 para alcanzar los objetivos marcados por la UE pero también para empezar a reflexionar sobre qué políticas deberán plantearse en el futuro inmediato.