Informe. Ya ha llegado 2020: balance de la siniestralidad de 2019 y retos de futuro
Según datos oficiales, la cifra de fallecidos en accidente de tráfico en 2019 en vías interurbanas ha descendido significativamente tanto en España como en Cataluña. Sin embargo, el freno de la tendencia a la baja de años posteriores dificulta alcanzar el objetivo de reducción del 50% entre 2010 y 2020.
27/01/2020
Objetivos
Los datos proporcionados por la Dirección General de Tráfico recogen que el año 2019 se cerró con 1.098 muertos en accidentes mortales en vías interurbanas (todavía falta el balance en las zonas urbanas), con un descenso del 7,6% respecto a 2018. Esta cifra considerable si tenemos en cuenta que 2018 se cerró con un moderado descenso del 0,8% y que 2017 y 2016 terminaron con aumentos del 3,2% y del 2,7%, respectivamente. Además, todo ello se ha producido en un contexto de aumento del tráfico, lo cual implica que el riesgo de tener un accidente mortal habría bajado sensiblemente.
En Cataluña, el pasado año se registraron 171 muertos en las carreteras, lo que significa un descenso del 11%. A pesar de esta mejora, el número de muertos del año que se acaba de cerrar está prácticamente en el mismo nivel que el número de víctimas mortales de 2013.
El informe analiza los datos de siniestralidad a partir de los siguientes aspectos:
- Comunidad autónoma, con diferencias significativas entre regiones.
- Tipo de vía, con un descenso del 41% en vías convencionales y del 21% en vías de gran capacidad.
- Vehículo, con un alarmante aumento en motocicletas.
- Evolución histórica, con el cambio de tendencia a partir de 2013.
Conclusiones
Las conclusiones del informe recuerdan en primer lugar que a partir del año 2013 la tendencia en la reducción de la siniestralidad mortal, que se había producido durante los diez años precedentes, cambió súbitamente y se detuvo. Este cambio de tendencia supone que, a pesar de la reducción registrada este 2019, se haya alejado la posibilidad de alcanzar el objetivo europeo de reducción del 50%.
Frente a esta situación, recomienda la implantación de las propuestas recogidas por el RACC en el informe 20 medidas para el 2020. Entre ellas, el informe destaca:
- Un plan específico de seguridad motociclista.
- El acceso gradual al permiso de conducir.
- Una revisión a fondo del proceso formativo de obtención del permiso.
- Una gestión activa de las políticas de tráfico hacia la población conductora mayor de 75 años.
- La introducción urgente en los vehículos en circulación de tecnologías que salven vidas.
- La recuperación de los niveles de gasto en mantenimiento y mejora de las carreteras.
- La introducción de sistemas cooperativos entre vehículos e infraestructura.Un plan específico de seguridad motociclista.
El RACC también considera que se debería empezar a reflexionar sobre qué políticas se deberán plantear en el futuro inmediato para cumplir los nuevos objetivos fijados para 2030 y, aun a más largo plazo, el objetivo final de 0 víctimas mortales en accidentes de tráfico en 2050.