Estudio. Movilidad desde una perspectiva de género en Barcelona

El RACC y Zurich Seguros presentan un estudio que analiza la percepción de seguridad personal y los hábitos de movilidad de hombres y mujeres mientras se desplazan por Barcelona a pie o en diferentes modos de transporte públicos y privados.

29/09/2020


Objetivos

En un momento en el que hace falta incrementar la seguridad sanitaria para seguir haciendo frente a la COVID-19 en los espacios públicos, también es momento de abordar otros aspectos que ayuden a aumentar la percepción de seguridad que tienen las personas mientras hacen sus desplazamientos habituales, especialmente las mujeres tanto en horario nocturno como diurno, ya que es un factor que condiciona enormemente sus decisiones de desplazamiento y perjudica el nivel de uso del transporte público.

Por este motivo, el RACC y la compañía aseguradora Zurich han elaborado este estudio con la voluntad de que sirva de referencia a las administraciones públicas y que se tenga en cuenta el género en el desarrollo de nuevas políticas de movilidad y de planificación del espacio público. En definitiva, para contribuir a conseguir una movilidad sin prejuicios de género y que inspire confianza y seguridad a toda la población, y así contribuir también a la recuperación e incremento del nivel de uso del transporte público.

Conclusiones

Las conclusiones indican que, en general, las mujeres sufren más incidentes que los hombres y que estos tienen lugar con más frecuencia durante el día. Aunque el vehículo privado es el que ofrece una mayor sensación de seguridad a los usuarios, hay servicios públicos que también cuentan con una elevada confianza de los ciudadanos, especialmente el taxi.

Las principales conclusiones del informe son las siguientes:

  • El 68% de las mujeres ha cambiado alguna vez de modo de transporte por motivos de seguridad personal, mientras que los hombres lo han hecho en un 37% de los casos.
  • En general, las mujeres sufren más incidentes que los hombres (40% vs 24%), y estos tienen lugar con más frecuencia durante el día. Por la noche hay menos desplazamientos, pero también se toman más precauciones.
  • El taxi es el modo de transporte público que inspira más seguridad entre mujeres y hombres, y donde ellas sufren menos incidentes.
  • Ir en metro se considera el modo más inseguro entre las mujeres durante la noche (46% de las mujeres y 33% de los hombres). De hecho, el 36% de las mujeres declara que ha sido víctima de acoso o agresión en el metro y, por eso, una de las medidas que consideran fundamentales es que haya más presencia de personal de seguridad en las estaciones.
  • Ir a pie es el segundo modo percibido como inseguro entre las mujeres durante la noche (37%). El 45% indica que ha sido víctima de acoso cuando iba a pie en horario nocturno, frente al 16% de los hombres, un hecho que incrementa esta percepción de inseguridad en los desplazamientos nocturnos por la vía pública.
  • En cuanto al vehículo privado, como el coche y la moto, se perciben como modos muy seguros, a pesar de que se dan casos de robo y acoso, sobre todo durante la noche.

Recomendaciones

Por último, el informe considera que las nuevas necesidades de movilidad que se generen por la vuelta a la actividad habitual tras la pandemia de la COVID-19 son una buena oportunidad para considerar las cuestiones de género, tanto a nivel urbano como metropolitano.

Para ello, incluye una serie de recomendaciones a administraciones públicas y operadores de transporte público, orientadas principalmente a los siguientes puntos:

  • El incremento y promoción de los desplazamientos a pie tiene que acompañarse de medidas de protección de género en el espacio público.
  • Una menor presencia de usuarios en el metro o tren puede incrementar las situaciones de riesgo de género.
  • Introducir medidas de género en horario nocturno para que las mujeres no tengan que tomar tantas medidas de autoprotección.

Recomendaciones para las administraciones públicas:

  • Inventariar el espacio público (calles, parques, etc.) para identificar las necesidades de actuación en función de la seguridad en la movilidad a pie. Por ejemplo, mejorar la iluminación del espacio público y las zonas con escasa visibilidad, identificar áreas en transición temporal, incrementar el número de semáforos con pulsador o realizar intervenciones en zonas abandonadas (limpieza y actividades de animación del propio espacio público).
  • Analizar encuestas y datos de población en función del género, lo que permitirá planificar teniendo en cuenta las necesidades de toda la población.
  • Asegurar la participación de mujeres en los proyectos de seguridad en la movilidad, de planificación urbana y de diseño del espacio público.
  • Elaborar auditorías de movilidad y de género lideradas por mujeres.
  • Aprovechar el uso de Inteligencia Artificial para el tratamiento de la imagen para identificar situaciones de riesgo en cámaras de vigilancia y poder intervenir rápidamente.
  • Promover aplicaciones públicas de aviso inmediato (botón S.O.S.).

Recomendaciones para los operadores de transporte público

Las mujeres representan una mayoría de usuarias del transporte público y este tiene que desarrollar mejoras en el servicio, en calidad y seguridad, atendiendo a este colectivo:

  • Realizar auditorías de género, dando mayor peso a este factor en las encuestas de satisfacción, y poniendo énfasis en cuestiones de seguridad.
  • Establecer un sistema de paradas a demanda en rutas de autobuses nocturnos o de áreas periféricas.
  • APPs de movilidad con datos de horarios en tiempo real, para que los usuarios sepan las horas exactas de paso y puedan reducir el tiempo de espera en paradas (sobre todo en zonas poco transitadas).
  • Incrementar la presencia de agentes de seguridad y de cámaras en las estaciones.
  • Mejorar la iluminación de estaciones, andenes y paradas de autobuses.
  • Asegurar la visibilidad en las marquesinas de autobús.