Objetivos

El acto fue inaugurado por Sebastià Salvadó, presidente del RACC; Jean Todt, presidente de la FIA; Joaquim Forn, primer teniente de alcalde de Barcelona; María Seguí, directora de la Dirección General de Tráfico (DGT); Pere Torres, secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat de Catalunya y Frank Seidel, presidente del Grupo Bosch en España y Portugal.

Durante este encuentro, además de las demostraciones de tecnología, se ha celebrado un debate -moderado por Ignasi Ferrer, Director de Innovación de Applus IDIADA- con Francesc González Balmas, presidente de STA; Ricardo Olalla, director de Ventas Automoción Equipo Original de BOSCH; Jaime Moreno, Subdirector General de Gestión de la Movilidad de la DGT, Jacob Bangsgaard, director general de la Región I FIA, y Nino Zambara, Comisión Europea, DG Connect.

iMobility Challenge es un proyecto financiado por la UE y a cargo de la DG Connect de la Comisión Europea para demostrar los beneficios de una movilidad eficiente, segura e inteligente a través de nuevas soluciones para un Sistema de Transporte Inteligente (ITS).

Tecnologías presentadas

Las principales tecnologías presentadas en la jornada son:

• Frenado de Emergencia Autónomo (AEB) con detección de peatones: considerado uno de los avances más significativos en materia de seguridad desde el cinturón de seguridad o el airbag. En España, el RACC estima que si todo el parque móvil de turismos, furgonetas y camiones ligeros tuviera AEB se podrían evitar 331 muertes, así como 1.547 heridos graves y 25.832 heridos leves, con un ahorro anual de 941 millones de euros en costes derivados de la accidentalidad.
• Control de Estabilidad de Motocicletas (MSC): sistema que utiliza el Sistema Antibloqueo de Frenos Combinado de la moto (C-ABS) y el Control de Tracción de la Motocicleta, para ayudar a los motoristas a mantener el control de su motocicleta.
• eCall: sistema de llamada de emergencia que será incorporado en todos los nuevos turismos en 2017. Tiene el potencial de salvar 2.500 vidas cada año en Europa, reduciendo el tiempo de respuesta de los servicios de rescate en caso de accidente en un 50% en zonas urbanas y en un 40% en zonas rurales.