Informe. La siniestralidad vial durante el año 2024
El análisis de la siniestralidad vial en vías interurbanas en España en 2024 recoge un incremento del 1,2% en el número de fallecidos respecto a 2023, en un contexto de nuevo incremento de la movilidad. Por el contrario, en Catalunya y la ciudad de Barcelona se ha logrado mejorar las cifras del año anterior.
29/01/2024

Siniestralidad vial en España: dificultades para reducir la mortalidad
La DGT ha destacado que 2024 ha marcado un hito en el número de desplazamientos, con un incremento del 3,15% respecto a 2023 y los registros más elevados de la serie histórica. Pese al incremento de desplazamientos, el número de accidentes mortales se ha reducido en 4 en comparación con el año pasado. Sin embargo, el número de víctimas mortales ha aumentado un 1,2% hasta los 1.154 fallecid0s.
El ministro del Interior, Grande-Marlaska, ha tildado estos datos de “inasumibles”. Además, alejan del objetivo de reducción de la siniestralidad mortal fijado para el horizonte de 2030: reducir en un 50% las víctimas mortales en la carretera respecto a 2019; al menos, en las vías interurbanas. En la actualidad, los datos se encuentran un 4,8% por encima del número de víctimas mortales de 2019.

Siniestralidad en las carreteras catalanas
En Catalunya, la evolución de la siniestralidad ha sido distinta al conjunto de España. Las 136 víctimas mortales en las carreteras representan la segunda cifra más baja de los últimos diez años (la más baja es la de 2021, un año todavía marcado por las restricciones de movilidad por la COVID-19). Respecto a 2019, año de referencia para el objetivo europeo, la mortalidad en carretera en Cataluña ha caído un 22,3%. También en el ámbito urbano ha sido un año de reducción en Cataluña: un descenso del 34% respecto a 2019.

Siniestralidad en la ciudad de Barcelona
La ciudad de Barcelona ha presentado en 2024 unos datos históricos en cuanto al número de víctimas mortales. Las 11 muertes de la capital catalana representan la cifra más baja de las últimas tres décadas, mejorando los 12 fallecidos registrados en 2017 y 2021.

Conclusiones
Las conclusiones del estudio señalan que, como ya se indicó en el informe de 2023, los datos indican que «las medidas planteadas para frenar la sangría que supone la siniestralidad vial están llegando a su límite y debemos replantearnos qué hacer». En este sentido, señala que habría que insistir en actuar sobre determinados colectivos (los de los modos vulnerables, motoristas principalmente), reforzar de nuevo la concienciación sobre el uso de accesorios de seguridad e insistir en la lucha contra las distracciones.
El RACC también considera que el objetivo de cero muertes en 2050 no debe ser algo meramente propagandístico, sino que se deben implantar las medidas necesarias para hacerlo efectivo. Algunas de estas medidas ya han sido propuestas anteriormente, como la elaboración de un plan específico de seguridad para motociclistas, el acceso gradual al carné de conducir, una revisión a fondo del proceso formativo, etc., además de realizar nuevas inversiones en infraestructuras que mejoren la seguridad vial y persistir en la concienciación y educación de las personas.