Artículo. Infraestructuras de movilidad, ¿va España por el mismo camino que nuestros socios europeos?
Tras una etapa en la que la inversión en infraestructuras ha ayudado a impulsar la economía y competitividad de numerosos países, el artículo se plantea la viabilidad futura de este modelo.
29/09/2011
Objetivos
La crisis económica y, principalmente, las restricciones presupuestarias de los Estados han puesto sobre la mesa el debate sobre la inversión pública en infraestructuras y su papel como motor económico. No hay duda de la importancia que este sector de actividad tiene sobre la economía española y del papel que ha jugado en los últimos años, no sólo como inyección de vitalidad al crecimiento y nivel de empleo sino como mejora del posicionamiento competitivo del país.
El artículo analiza el futuro de esta estrategia de inversiones públicas, a partir del análisis de dos grandes aspectos:
- El panorama mundial de las inversiones en infraestructuras de movilidad.
- El modelo español en relación a los grandes países europeos.
Conclusiones
En primer lugar, el artículo constata las diferencias existentes entre las estrategias en inversión en infraestructuras de las principales economías mundiales. En Europa occidental señala que los últimos años han evidenciado una cierta estabilización de la inversión en infraestructuras de movilidad en torno al 0,8% del PIB, valores muy inferiores a los que se registraban a mediados de los setenta y principios de los ochenta.
En este marco, España ha sido uno de los países de la Europa Occidental que más esfuerzo ha realizado para modernizar sus infraestructuras en los últimos años. Entre las principales conclusiones sobre la inversión realizada en España destacan las siguientes:
- Pese al impulso dado a las inversiones en aeropuertos, ferrocarril y puertos principalmente a partir del año 2000, las inversiones en carretera mantienen la primacía absoluta sobre el resto de medios de transporte.
- A diferencia de los grandes países europeos, España ha potenciado con un vigor extraordinario la inversión aeroportuaria a consecuencia de una voluntad política de posicionamiento en el mercado del transporte aéreo.
- En el ámbito ferroviario, a pesar del esfuerzo realizado en alta velocidad principalmente en la década pasada, el nivel de inversión se alinea, en la parte baja del mapa, con Francia y Alemania, con inversiones que han superado ligeramente el 0,20% del PIB.
- Las menores diferencias se constatan en el ámbito de la carretera, si bien el ritmo de inversiones en España, aunque decreciente, resulta mucho más elevado que en el Reino Unido y Alemania y moderadamente superior al de Francia.
Sin tener en cuenta los gastos de mantenimiento, es decir, en relación a la inversión pura en carreteras, ferrocarril, puertos y aeropuertos, el gasto total en infraestructuras en España ha supuesto el 1,27% del PIB de promedio del período 1992-2009, cifra que supera ampliamente las de los países de nuestro entorno y nuestra dimensión.