El transporte público urbano de Palma obtiene en términos generales una puntuación baja: 50 puntos sobre 100 (dos estrellas RACC, casi tres).
    
Conclusiones específicas:

• El tiempo de trayecto en algunas conexiones es elevado, especialmente en relaciones transversales o en desplazamientos largos.
• La inexistencia de una red completamente segregada de transporte público y sin prioridad semafórica ocasiona una competición con el espacio del vehículo motorizado, por lo que comparten los mismos problemas de congestión y aportan pocas ventajas competitivas.
• La irregularidad del servicio de autobús y del nivel de demanda en algunos períodos hace que en un 47% de las expediciones se observen viajeros a pie.
• En accesibilidad destaca, como factor positivo, que todos los autobuses son accesibles y disponen de plataforma baja. Por el contrario, el equipamiento de las paradas es mejorable, ya que algunas no disponen de marquesina o simplemente son inaccesibles por la existencia de arcenes o cordones de estacionamiento.
• La información es uno de los aspectos mejor valorados, ya que la página web ofrece información abundante sobre horarios, frecuencias y tiempos de trayectos y en muchas paradas existe información sobre el tiempo de espera para el siguiente autobús.
• El sistema tarifario obtiene la máxima puntuación, ya que la tarifa está claramente bonificada en relación al usuario del vehículo privado y se ofrecen una serie de títulos especiales para determinados colectivos.

Aunque dispone de una oferta considerable, la escasa rapidez de desplazamientos, la baja fiabilidad de los horarios/frecuencias y la limitada accesibilidad a las paradas provocan que el transporte público de Palma de Mallorca solo roce los mínimos aceptables que esperan los usuarios para una ciudad de su categoría.

Recomendaciones

Las principales recomendaciones se refieren a los siguientes puntos:

• Aplicar actuaciones de mejora de gestión de la velocidad comercial del autobús mediante vías segregadas, priorización semafórica, etc.
• Estudiar la posibilidad de crear buses-exprés para determinados recorridos, si finalmente se desestima la implantación del tranvía por temas presupuestarios.
• La priorización semafórica y la segregación del autobús también incidirá en una mayor regularidad del servicio y en una distribución más homogénea de la ocupación los diferentes autobuses.
• Es conveniente reordenar las líneas transversales y los puntos de conexión entre las diferentes líneas tendiendo hacia un modelo en red, más que de líneas.
• Extender al conjunto de la red el nivel de equipamiento de las paradas y la mejora de la accesibilidad en el autobús.
• Un sistema unificado de información web de transporte público urbano, incorporando los diferentes modos de transporte colectivo y de uso individual, podría aportar una información muy útil al usuario.