Objetivos

La presencia de la moto es muy elevada en Barcelona, respecto a otras ciudades del mundo. En 2020, había censadas en la ciudad 271.090 motocicletas y ciclomotores, que representaban un 33% del parque de vehículos, un porcentaje bastante superior a sus equivalentes catalán (20%) y español (15,4%). De hecho, el número de motos en el censo municipal ha aumentado un 6,7% en la última década, convirtiéndose en el único medio de transporte que ha crecido, además de las furgonetas. Si comparamos Barcelona con ciudades europeas de su entorno, es la metrópoli con mayor ratio de motos por habitante, con 0,17, por delante de Roma (0,13), Milán (0,13), Valencia (0,12) o Madrid (0,08). En el ranking de motos por km² de superficie, Barcelona es también la ciudad líder destacada, con 2.660 motos/km².

El elevado uso de la moto va acompañado de una alta siniestralidad: entre 2010 y 2020, más de la mitad de las víctimas mortales en accidentes de tráfico en Barcelona fueron motoristas; y, en 2021, 8 de los 12 fallecidos en siniestros circulaban en moto. Ante esta problemática, el RACC ha estudiado la situación desde el punto de vista del motorista en clave estratégica, con el fin de recomendar acciones que mejoren el encaje de la motocicleta en la movilidad futura de la ciudad.

Para realizar el estudio, el RACC ha observado el comportamiento de 13.276 motoristas en hora punta (de 7:30 a 10:00 h y de 17:00 a 20:00 h) y por la noche (22:00 a 24:00 h.), en once localizaciones distintas de la ciudad. Estas observaciones se han realizado en puntos con condiciones propicias para generar conductas inapropiadas por parte de los motoristas. También se han realizado 600 encuestas a usuarios de motocicleta y ciclomotor (la mitad eran hombres y la otra mitad mujeres) en 12 localizaciones repartidas por los 10 distritos de la ciudad.

Conclusiones

Entre las conclusiones del estudio destacan:

  • El 53% de los motoristas cree que los giros en cruces con carriles bici de doble sentido son inseguros. También creen que lo son por las bicicletas y VMP.
  • Los lugares que consideran más peligrosos para circular son la rotonda de Plaça Espanya, seguida de las Rondas y la calle Aragó.
  • Los comportamientos de riesgo más habituales observados entre los motoristas son: no ceder el paso a peatones, circular entre carriles o haciendo zigzag y utilizar el carril bus.
  • Aunque solo realizan el 6% del total de desplazamientos, los motoristas están implicados en el 36% de los accidentes y representan más de la mitad (51,4%) de las víctimas mortales de los siniestros viarios en Barcelona.
  • Eliminar carriles de circulación para el vehículo privado es la medida del Ayuntamiento peor valorada por los motoristas: un 59% está en contra.
  • La mayoría de los motoristas (el 74%) realizan desplazamientos internos con origen y destino en la misma ciudad, mientras que 1 de cada 4 proviene de municipios del área metropolitana.

Recomendaciones

El informe recoge también una serie de recomendaciones bajo la estrategia general de aprovechar las ventajas que ofrece la moto y minimizar sus inconvenientes. Estas recomendaciones de dividen en tres bloques:

Seguridad vial

  • Rediseñar los espacios de mayor peligrosidad: los cruces. Mejor control de los semáforos, revisión de los cruces de carril bici de doble dirección para mejorar la seguridad de todos los vehículos que circulan por el mismo, la adherencia del pavimento pintado, etc.
  • Reforzar los mensajes para mejorar el equipamiento de los motoristas. Adicionalmente al casco, es necesario reforzar el uso de chaquetas con protección, guantes y calzado adecuado.
  • Ofrecer cursos de conducción segura específicos para motoristas que permitan la recuperación de puntos del carnet de conducir.
  • Llevar a cabo campañas de seguridad vial específicas para cada infraestructura vial: buenos comportamientos y circulación en Rondas, accesos/salidas a la ciudad, rotondas, calles urbanas, etc.
  • Intensificar el control sobre los comportamientos de riesgo de los motoristas, en su propio interés, así como campañas para reducir su velocidad en horario nocturno.

Convivencia de la moto en el espacio público

  • Crear más plazas por estacionamiento fuera de las aceras con el objetivo de liberarlas de motos: más plazas en calzada o subterráneas. Estudiar barrio a barrio. Plantear opciones dinámicas; la demanda cambia según el momento.
  • Revisar las políticas de impacto acústico de las motos, impulsar campañas de información, aplicar más controles.
  • Realizar una apuesta decidida por la motocicleta eléctrica, que ofrece una reducción del ruido y de las emisiones sin una inversión en puntos de recarga.
  • Políticas más estrictas de sostenibilidad y ruido para los que hacen un uso profesional de las motos.

La oportunidad del motosharing

  • Ser coherente en el fomento del uso de motos y ciclomotores de sharing, fomentar el uso combinado con la red de transporte público. Estudiar fórmulas de integración tarifaria.
  • Fomentar la puesta en marcha de un servicio de motosharing metropolitano para facilitar su integración con el transporte público.
  • Regular el volumen de licencias por operador de las flotas de motosharing. El modelo debe garantizar un buen servicio a los usuarios y la viabilidad económica de los operadores.