XXIII Resultados del mapa de riesgo de la red vial catalana
La 23ª edición del mapa de riesgo de la red vial catalana, elaborado con la metodología internacional iRAP, recoge un aumento del índice de riesgo del 5,7% respecto al año pasado. Las conclusiones recogen también el mayor riesgo de las carreteras convencionales en relación a las vías rápidas y el elevado riesgo de accidentalidad en motocicleta.
11/12/2024
Objetivos
El RACC ha presentado la 23ª edición del mapa de riesgo de la red vial catalana, elaborado con la metodología internacional iRAP, que analiza un año más la accidentalidad en las carreteras. En Catalunya, el estudio cuenta con la colaboración del Servei Català de Trànsit, del Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat de Catalunya y de la Diputació de Barcelona.
La metodología iRAP compara el número de accidentes graves y mortales registrados en los últimos 3 años en un tramo de carretera con el volumen de vehículos que circulan (en términos de intensidad media diaria de tráfico, IMD).
El estudio iRAP (antes EuroRAP) se publica cada año en Catalunya desde 2002 y analiza más de 6.300 km de carreteras interurbanas de titularidad del Ministerio, de la Generalitat y de las Diputaciones, donde se concentra el 93% de la movilidad del territorio y donde tienen lugar el 78% de los accidentes con heridos graves y víctimas mortales.
Conclusiones
Entre las conclusiones del estudio destacan las siguientes:
- En el trienio 2021-2023 los accidentes graves y mortales han aumentado un 14,1%. La movilidad global en carretera ha aumentado un 8,0%. El riesgo ha aumentado en un 5,7% en el global de la red analizada por iRAP.
- Los kilómetros de riesgo «alto» y «muy alto» representan el 24% de la red, lo mismo que en el trienio anterior. Barcelona y Girona aumentan sus km con riesgo «alto» y «muy alto», de 25% a 27% y de 23% a 27%, respectivamente. En cambio, Lleida y Tarragona los disminuyen, del 28% al 27% y del 21% al 11%, respectivamente.
- Las carreteras convencionales (con un solo carril por sentido) acumulan la totalidad de los tramos con riesgo «muy alto» y «alto», y casi la totalidad de los tramos con riesgo «medio». En cambio, en las carreteras desdobladas (autovías y autopistas) prácticamente todos los tramos son de riesgo «bajo» o «muy bajo».
- El riesgo de sufrir un accidente grave o mortal en una carretera convencional es casi cuatro veces más elevado que en una carretera desdoblada.
- La carretera BP-1417 (L’Arrabassada) vuelve a situarse como el tramo con un índice de peligrosidad más alto de Catalunya, debido a la elevada accidentalidad de motos. En el 100% de los accidentes con muertos y heridos graves participa como mínimo una motocicleta.
- Este año, 676 km tienen un riesgo igual a cero. Por lo tanto, en el 21% de la red analizada por iRAP no ha habido ningún accidente mortal o grave en el último trienio.
- El tramo que acumula más accidentalidad grave por km (sin tener en cuenta el volumen de tráfico) se encuentra en la A-2 entre el enlace con la AP-2 y el enlace con la B-20, B-10 y C-32, igual que en el estudio anterior. En los 10 tramos con más accidentes se observa una elevadísima presencia de siniestros de motocicletas y ciclomotores (75%).
- Durante el trienio que analiza este estudio, en el 45% de todos los accidentes de tráfico con muertos y heridos graves ha estado involucrada como mínimo una moto o un ciclomotor (35% en el caso de los accidentes mortales). Hay que tener en cuenta que esta tipología de vehículos representaría únicamente un 2,4% de la movilidad global en carretera.
- En la red iRAP, el 50% de los accidentes graves y mortales de moto se concentran en el 14,1% de longitud de la red (897 km).
- El tramo con mayor concentración de accidentes de vehículos pesados se encuentra en la A-2, entre el enlace de la AP-2 y el enlace con la B-20, B-10 y C-32. El 50% de los accidentes graves de vehículos pesados se concentran en solo el 13,2 % de la red (842 km).
- El tramo con más concentración de accidentes de bicicletas se encuentra en la BV-5001, entre Martorelles y Vilanova del Vallès, un tramo que también aparece en el top 10 de tramos más peligrosos con un índice de riesgo «muy alto».
Desde el año 2002, el RACC ha inspeccionado bajo esta metodología gran parte de las carreteras catalanas y españolas, pero también de otros países de Europa, Asia y América Latina (Francia, Italia, India, Brasil, Perú, Costa Rica, Chile y Argentina, entre otros), con el objetivo de contribuir a mejorar la seguridad de las redes viales a nivel internacional.